Modelos como Miranda Kerr o actrices como Gwyneth Paltrow o Emma Stone han alabado sus propiedades y confesado su uso en su rutina de belleza habitual. Y ya sabemos que si ellas lo utilizan, por algo es. Veamos los usos que podemos darle en cosmética –porque también se puede utilizar para cocinar- al ingrediente de moda.
El aceite de coco destaca por su capacidad hidratante y nutritiva, por lo que es una muy buena opción como hidratante facial o corporal. Cuando notes tu piel deshidratada, puedes utilizarlo como mascarilla por la noche.
No te asustes por su apariencia grasa, tan pronto lo apliques la piel lo absorbe con facilidad.
Este mismo poder hidratante y nutritivo hace que esté indicado para combatir las estrías, al incrementar la fuerza y elasticidad de la piel.
¿Y qué tal si aprovechamos su hidratación para nutrir nuestro cabello? pues perfecto. Si tu pelo es seco, calienta y trabaja con las manos una cantidad pequeña para no ensuciar la melena y aplícala después de lavar, a modo de serúm. Si por el contrario tu cabello es graso utilízalo antes del lavado a modo de mascarilla y únicamente en las puntas, lava después con tu champú habitual.
Para todo tipo de cabello, su uso como mascarilla nocturna te proporcionará una melena hidratada y fuerte.
Es también un desmaquillante ideal. Basta con masajear una pequeña cantidad por el rostro y retirar el exceso con algodón. Puedes utilizarlo también para desmaquillar los ojos. De hecho, si quieres que tus pestañas crezcan más fuertes y rápido, aplica un poco de aceite de coco por las noches, enseguida notarás su efecto.
Además puedes utilizar el aceite de coco como bálsamo labial, y también como remedio ante cualquier pequeña alteración de la piel como dermatitis, quemaduras, eczemas, etc…
¿Alguien da más?.