¿Tienes tendencia a acumular líquidos? sus causas pueden ser muy diversas y en la mayoría de los casos no va más allá de la sensación de pesadez y ciertos inconvenientes estéticos. Aún así lo primero que se debe de hacer ante este contratiempo es ir al médico para descartar cualquier problema de salud. Una vez que nos hemos asegurado que todo está bien hay algunas cosas muy sencillas que puedes poner en práctica para mejorar este problema.
– Reduce el consumo de sal. Y no sólo como aderezo, si no que deberías evitar los alimentos que la contienen como los precocinados, embutidos, salsas, quesos…Además intenta tomar todo el potasio que te sea posible pues contrarresta la retención que provoca la sal. Los plátanos, el aguacate, las acelgas, las patatas y las espinacas son algunos alimentos ricos en potasio.
– Bebe de 1’5 l a 2 l de agua diarios. El agua es una gran aliada para limpiar el organismo, sin embargo tienes que prestar atención a la composición del agua que bebes(y elegir las que tengan menos sodio) y no superar los 4 litros porque podrías conseguir el efecto contrario por saturación.
– Práctica alguna actividad física con regularidad. Media hora caminando al día puede ser suficiente si eres constante, si corres, andas en bici, nadas, bailas o practicas yoga, mejor que mejor.
– Los espárragos, el apio, la alcachofa, la piña, el calabacín y la papaya son alimentos drenantes y depurativos que nos ayudarán en la lucha contra la retención. También hierbas como el diente de león, la cola de caballo, la centella asiática, el té verde y el hinojo tomadas en infusión ayudan a eliminar líquidos.
– Ayúdate de la cosmética no es una solución milagrosa, pero juega a nuestra favor si ponemos en práctica todo lo demás. Lo más importante con los productos drenantes y anticelulíticos es tener constancia e incorporarlos a nuestra rutina diaria y exfoliar la piel del cuerpo 1 ó 2 veces por semana antes de aplicar el producto.
En la foto, aceite anticelulítico Green Pharmacy de perfumerías Primor, contiene una mezcla de aceites esenciales como el aceite de almendras dulces, ciprés, lavanda y enebro, que mejoran la microcirculación, el sistema linfático y aceleran el metabolismo.