Si este verano se han dejado ver tímidamente, con la época estival ha llegado su consolidación. Los pendientes pompón son ese complemento clave que pueden hacer que un look sencillo y neutro de jeans y jersey se convierta en un look triunfador.
Dos son las firmes creencias que este accesorio desmonta. Una, que los pendientes grandes están reservados para la noche y eventos especiales; otra, que los tonos llamativos están reservados para el buen tiempo. La única regla para lucir estas borlas es no ser tímida.
Tras décadas de pasar desapercibidos los pendientes parecen recuperar el brillo de los 80 centralizando la atención de nuestro vestuario.
Tremendamente favorecedores, ten en cuenta la largura de tu cuello para elegir su longitud y atrévete a ponerte solamente uno.
Firmas como Yves Saint Laurent lo han propuesto sobre la pasarela y por supuesto las firmas de moda low cost no han tardado en hacerlos accesibles al resto del mundo.
Es el caso de Bershka, quiénes apuestan por combinar los flecos de colores con un doble aro dorado, proporcionándoles aún una mayor largura solo apta para los cuellos largos.
Pedrería, aros o incluso piezas estampadas, las opciones de combinación de los pendientes pompón son infinitas.
En color fucsia y también con metal, aunque más cortos, puedes encontrarlos en Parfois. Son perfectos para dar un toque de color a las prendas más neutras.
Con cadenita y acabados en pompón redondo es la opción de Zara. Más sutiles y con un punto divertido son el contrapunto de los sofisticados maxipendientes.
La alternativa intermedia la encontramos en Stradivarius en tono caldera, más estrechos pero igualmente alargados lo que estilizara tus rasgos.