El único fruto del amor es la banana

“El único fruto del amor es la banana, es la banana…” ¿Quién no ha cantado alguna vez esta canción? La banana, al igual que el plátano, son frutas que además de ser dulces, son una gran fuente de potasio, buenísimo para el cerebro. Además, son grandes aliadas de los amantes del dulce porque sus azúcares son naturales y por tanto, saludables para nuestro organismo.

Por otra parte, son una fuente de vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Así que si eres de esas personas que suele constiparse con frecuencia, ya sea porque en la oficina está puesto el aire acondicionado o porque no le haces caso a tu madre cuando dice “llévate la rebequita por si acaso”, deberías almorzar esta fruta o añadirla en alguna de tus recetas. Esta fruta una vez a la semana puede ayudarnos a nutrir a nuestro cuerpo de la fibra necesaria y de calcio que quizá te falta si has dejado atrás los lácteos. Por eso queremos dejarte algunas recetas deliciosas y dulces, ¡para quitarte las ganas y sin remordimientos!

  • Brochetas de banana y chocolate negro puro: sí, suena genial y sabe mejor, además es una receta súper saludable que se prepara rápido y que evitará que vayas a la despensa a por los donuts. Solo hay que tener los ingredientes necesarios (dos) y saber cómo prepararla. Compra al menos cuatro bananas, una tableta de chocolate puro 70% y palitos de madera para brocheta o utiliza palillos. En una cazuela funde el chocolate con un chorrito de aceite de oliva, corta las bananas a rodajas gruesas y báñalas a la mitad. Mételas en la nevera durante 10` y listo.
  • Natillas de banana: ¿las has probado alguna vez? Se hacen igual que las natillas normales pero añadiendo bananas batidas. Tienes que comprar leche, huevos, azúcar, canela y si quieres darle un toque más fresco, añade una hojitas de menta al terminar la receta cuando las metas en la nevera. ¡Deliciosas!
  • Crepes con banana y limón: la mítica receta de crepes pero esta vez en lugar de rellenarlos con Nocilla, baña las crepes con zúmo de limón, corta unas bananas y añade las rodajas a tu gusto. ¡Olvídate del azúcar blanco!