Cuando llega el calor y nuestro armario empieza a llenarse de piezas fresquitas como shorts fluidos, falditas de tubo, camisetas de tirantes y blusas de manga corta, la ropa de invierno se queda en el baúl de los recuerdos hasta que vuelve el frío, ¿verdad? Pues con el maquillaje, aunque no con todos los productos, hay que hacer lo mismo.
Los productos que usamos a diario para ponernos guapas en invierno no pueden ser los mismos que en verano. De hecho, aunque podemos mantener el rímel, la raya del ojo, los pintalabios e incluso el antiojeras, el maquillaje y sobre todo el blush, deben ser diferentes. ¿Por qué? Porque cuando las temperaturas son bajas y tenemos un tono de piel más blanquecino, favorecen los polvos en color melocotón o tierra, pero claritos, para no dar la sensación de que nos hemos maquillado muchísimo. Sin embargo, en verano podemos permitirnos jugar con tonos más fuertes.
Nosotros queremos recomendarte que utilices el rosa para dar esa sensación de mejillas ruborizadas que combina a la perfección con el bronceado, ya sea de piscina o de playa. Da igual si eres rubia, morena o pelirroja, el verano está para atreverse y aunque cada tez y color de cabello tiene “su color perfecto”, este año es el del blush en rosa. Y es que aunque parezca una tontería, este producto es esencial, de hecho ¿cuántas veces te has mirado al espejo sin haberle dado ese toquecito de color a tus mejillas y has pensado que te faltaba algo?
El colorete es capaz de equilibrar el resto del maquillaje. Puede ser más marcado o menos marcado, según el momento del día, y puede cubrir los pómulos de forma diagonal o esculpir nuestro rostro con una forma más redondeada, según nuestro gusto; pero sea como sea, es imprescindible aplicarlo antes de salir de casa. Aporta luminosidad a nuestra cara y además, hace que nuestras facciones se vean mucho más vivas. ¿A qué esperas para ir a buscar tu blush rosa? ¡Rejuvenecerás tu cara en un pis-pas!