No estropees tu maquillaje

Por norma general, cuando hablamos de maquillaje siempre damos las pautas que se deben seguir para hacerlo correctamente. Da igual si es la raya del ojo, el colorete, los labios… Pero algo que es esencial y de lo que normalmente no se dan pautas, es de lo que no se debe hacer cuando te estás maquillando.

Hoy queremos dejarte algunos trucos que te ayudarán a que no estropees tu maquillaje, porque ¿cuántas veces has acabado desmaquillándote entera por cometer un mínimo error? ¡Apunta estos consejos! Este ritual de belleza también tiene algunas normas.

–  Recógete el pelo: maquillarse con los mechones de pelo sobre la cara es incómodo y puede estropear esa raya del ojo que tenías casi perfecta. Una cinta o una diadema que no te aprieten demasiado, para no dejar una marca en el cabello cuando te la quites, es necesaria. ¡Corre a por una!

–  El orden al pintarte los ojos es esencial, ¡primero sombras!: nada de pintarte la raya del ojo y después las sombras, porque con los polvos cubrirás la raya y desaparecerá. Lo mejor es hacer primero el sombreado y con una raya oscura hecha con sombra, marcar la línea que quieres colorear después con el eyeliner. Te servirá de pauta y tu ojo se verá como si lo hubiese maquillado un profesional.

–  Cuidado con el corte entre rostro y cuello: si no quieres que parezca que llevas una careta, lo mejor será que al terminar de maquillar tu cara, le dediques algo de tiempo a tu cuello. Con la misma base y algo de crema, dale un masaje a tu cuello y hasta el pecho si llevas escote. Así la diferencia de tono no será tan exagerada.

–  Antiojeras siempre, pero con moderación: después de aplicar la base y los polvos, utiliza el antiojeras, pero no cojas un color tres veces más claro que el tono de tu piel. Tienes que disimular las bolsas, no cubrirlas de blanco nuclear. Si al aplicar el colorete crees que debes repasar esta zona, lo mejor es un iluminador. ¡En su justa medida!

–  Las cejas déjalas intactas: si todavía no le has cogido el truco al counturing, las cejas también supondrán un reto. Lo mejor es que no las toques si no sabes cómo hacerlo. Peínalas con un rímel que tengas gastado en el cajón o compra un cepillito para poder llevarlas perfectas.