No siempre es necesario invertir en cosméticos para cuidar nuestra piel, hay muchos ingredientes naturales que nos pueden ayudar a realizar nuestra propia cosmética casera y aprovechar sus propiedades.
Uno de estos ingredientes es el jengibre, si ya vimos los beneficios de tomarlo en infusión ahora te traemos una propuesta para su uso tópico con una sencilla mascarilla casera que podrás elaborar tú misma fácilmente.
Gracias a los antioxidantes de esta raíz con su utilización estarás previniendo con su aplicación el envejecimiento prematuro y atenuando las líneas de expresión. Además el jengibre impide que la piel pierda elastina, la sustancia encargada de que nuestro rostro se mantenga terso y firme. Como además la fórmula también lleva miel obtendrás una piel suave, sedosa y sin acné si sufres este problema.
Su elaboración es muy sencilla, tan solo necesitas:
1 cucharada de jengibre rallado
1 cucharada pequeña de miel
2 cucharadas de aceite de almendras
1 cucharada de sal
Mezcla los ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea. Es importante que previamente a su aplicación hayas limpiado tu piel.
Después extiende por el rostro con movimientos circulares evitando la zona del contorno de los ojos y labios.
* Si tu piel es sensible deberás hacer una prueba en una pequeña zona del cutis previa al uso para asegurarte que la mezcla no te produce ninguna reacción.
Deja actuar unos 10-15 minutos, retira con agua templada y seca la piel con una toalla sin frotar. Inmediatamente notarás una piel más lisa y firme.
Si además combinas el uso de esta mascarilla dos veces por semana con la toma de una infusión de jengibre estarás cuidando la salud de tu piel también desde dentro y multiplicando sus beneficios.