Durante años los amantes del vino han tenido la gran excusa de poder beberlo sin remordimiento gracias a la frase “A glass of wine a day, keep the doctor away” (un vaso de vino al día mantiene lejos al médico). Y es totalmente cierto. Una copa de vino al día tiene más beneficios de los que creíamos. De hecho, protege nuestro corazón. Pero ahora se ha demostrado que beber cerveza también tiene sus ventajas si se consume en su justa medida: un máximo de dos al día.
El primer beneficio es: unos huesos más fuertes. ¿Por qué? Esta bebida contiene grandes dosis de silicio y favorece a la salud de los huesos.
El segundo beneficio: el corazón más sano. La cerveza previene de posibles ataques cardíacos y de muerte por enfermedad cardiovascular.
El tercer beneficio: un cerebro más activo. La cerveza ayuda a mantener el Alzheimer a raya.
El cuarto: un 40% menos de posibilidad de tener cálculos renales. Riñones sanos no, sanísimos.
El quinto: aumento de vitaminas en tu cuerpo. La cerveza contiene altos niveles de B12 y ácido fólico.
El sexto: reduce el riesgo de cáncer. En este caso hablamos de los amantes de la carne, ya que si la marinas con esta bebida reduces casi el 70% de aminas heterocíclicas o agentes carcinógenos.
El séptimo: menos problemas de coagulación. La cerveza previene los coágulos que bloquean el flujo de sangre.
El octavo: control de la presión arterial. Resulta que los bebedores de cerveza tienen menos posibilidad de desarrollar presión arterial alta.
El noveno: menor riesgo de padecer diabetes. Esta bebida favorece la sensibilidad a la insulina, lo cual quiere decir que la diabetes se reduce.
Y por último, pero no menos importante, el décimo beneficio: una vida mucho más larga.